viernes, 29 de noviembre de 2013

Búscame, por que yo siempre estaré ahí si me necesitas.

Era yo, la que se moría de ganas por tenerte,la que no dejaba de echarte de menos, la que esperaba un para siempre. Ahora búscame cuando no tengas a nadie que te diga que te quiere, cuando eches de menos las risas, las caricias que erizan la piel, las conversaciones sin rumbo, los abrazos en los malos momentos y las locuras.
Búscame cuando necesites a alguien que te sorprenda, cuando te des cuenta que nadie tiene esos detalles. Búscame cuando necesites que te digan lo especial que eres, lo bonita que es tu sonrisa y lo bien que saben tus labios. Búscame cuando mires tu móvil esperando una llamada que ya no llega, cuando salgas y sin darte cuenta me busques con la mirada entre la gente, cuando inesperadamente alguien te toque la espalda y te gires esperando que sea yo la que está ahí. Búscame cuando necesites cerillas para encender lo que se ha apagado, cuando las discusiones sean aburridas y los días rutinarios, cuando no tengas a nadie con quien bromear, cuando eches de menos aquellas conversaciones eternas, los enfados tontos. Búscame cuando recuerdes las tardes que pasamos juntos, cuando me decías lo fea que me veía y yo me enfadaba sonriendo. Búscame cuando al recordarlo todo me eches en falta y te arrepientas de no tenerlos ahora.Cuando te acuerdes de aquella noche entre sonrisas tontas, cuando intentes recordar donde empezó todo, y entonces te des cuenta que no fue tan malo estar conmigo. Búscame cuando necesites que alguien lo de todo por ti cuando recapacites y te des cuenta de lo mucho que te quería, cuando sientas las necesidad de quererme y de tenerme. Búscame cuando tu ego necesite que le supliquen. Porque nadie va a ser capaz de quererte como yo aún lo hago.

Nada.

– Nada –volvió a negar, indiferente. Y es que siempre la misma pregunta. Siempre en el peor momento, cuando pasa de todo menos motivos para estar bien.
"¿Qué te pasa?".
¿Por qué todo el mundo pregunta si estás bien cuando es evidente que no lo estás?
Quizás no le pase nada. Quizás simplemente sea así. No a todo el mundo le gusta pasarse la vida sonriendo.
Y quizás... esté mal. Quizás realmente esté mal. Lo suficientemente mal como para no querer hablar con nadie. Como para sentir que a nadie le importa realmente. (Son educados, no te engañes.)
Y es que explicarlo todo no es fácil. ¿Qué pensará la gente? Que sólo eres una cría que se deja joder por no joder. (No les importas. Ni tus problemas. Ellos tienen los suyos. No quieren cargar con los tuyos.)
Siento que a nadie le importo. Que sobro. Piensan que soy una pesada, seguro. Tampoco mi físico gusta habiendo otras chicas. Estaré sola. Infeliz. Sólo veo ese futuro. Pensándolo bien, es lo más fácil. ¿No...? Cuando ya no quede nada. Entonces. (Pero eh, no queda mucho.)
Lo siento. Porque no soy nada. No ocupo un lugar en el mundo (ni en el de nadie). Fue (mala) suerte.

                                        Cuando no quede nada, entonces...

martes, 12 de noviembre de 2013

Él.

A él decidí entregarle mi insomnio y mis medias sonrisas. Por él, dejé a un lado los catorce de febrero y me fui a los martes trece. Elegí que fuera él aquel cabrón que con tanta facilidad conseguía hacerme reír.