domingo, 9 de noviembre de 2014

Hoy.

Si pudiera volver atrás, no sería para no conocerte, como tantas veces me digo en esas noches en que tu recuerdo quema cada poro de mi piel, volvería para poder decirte cuanto te quiero, y cuanto te querré. Se que esto no lo leerás, pero al menos yo me siento un poco mejor después de escribirlo. Fui tuya desde el primer momento en que me miraste, en que nuestras miradas se encontraron y por fin entendí que la sensación que tanto dicen experimentar en los libros al encontrar al amor de tu vida existe. Fui, y soy tuya, porque a pesar del tiempo y la distancia, a pesar de las putadas del uno al otro, a pesar de intentar convencerme de que hay mil chicos mas ahí fuera, ninguno tiene tu sonrisa, ni tus ojos, ojos marrones, normales, pero que a mi me provocaron los mayores escalofríos chico. Y que aunque hubiese uno con una sonrisa aún mejor que la tuya, te seguiría eligiendo a ti, porque pase lo que pase siempre seré tuya. He desaprovechado muchas oportunidades, he dejado pasar mucho trenes esperando a ver si el tuyo aparecía a lo lejos y tu bajabas de el para llevarme contigo a París como tantas veces nos prometimos, pero nunca llegas, y por muchas ganas que tenga de coger al tiempo y pegarle una paliza, no me da tiempo a pillarlo, va demasiado rápido, no espera a nadie. Así que, decirte que te he querido, que te quiero y que siempre te querré, le pese a quien le pese, porque estamos hechos el uno para el otro, porque aunque estés con mil tías y yo le coma la boca a cualquier gilipollas, aunque nos enamoremos otra vez, y creamos que el amor de nuestra vida ha llegado, no habrá día que no nos echemos de menos, que no tengamos ganas de volver a pelearnos como tu y yo sabemos, con esto, quiero decir, que al final del camino volveremos a encontrarnos, y cuando lo hagamos, no te voy a volver a dejar escapar. 
Te querré siempre, no lo olvides nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario