Y a veces te paras a pensar de manera inconsciente en él, y te rayas por todo lo que llegasteis a ser y por lo que nunca más seréis..y por mucho que te digan que el tiempo lo cura todo, no estás segura de ello. No es cuestión de tiempo, ni de buscar a otro clavo, ni siquiera de intentar reconstruir tu orgullo para hacerte la fuerte y hacer ver que nada te duele. Y sabes de sobra que lo echas en falta, porque sí, porque te ha dado los mejores momentos de tu vida..pero aun así intentas buscar a otra persona, pero ¿quién te dice que ese no será peor del que ya encontraste y te dejó? Y mientras esperas que aparezca otra persona que te rompa tus esquemas, te desvistes con cualquiera que encuentras para ver si existe alguna persona que te haga sentir igual que él, pero es tiempo perdido. Te das cuenta de que sigues siendo esa tonta enamorada y la vida sigue siendo la misma hija de puta de siempre que te quita lo que más has querido.
Creo que el problema que tenemos aquellos que nos enamoramos es que nunca aprendemos que lo que se va, ya no vuelve..sigues enamorada teniendo esa mínima esperanza de que van a venir a buscarte después de haberse ido con otra. Y lo único que pasa es el invierno, otro puto y frío invierno en el que no tienes unos brazos que te abracen, un invierno en el que últimamente llueve más de la cuenta, pero por tus mejillas. Te sientes más sola que nunca y crees que nunca nadie entenderá por lo que has pasado si en la vida se han enamorado. Sigues con tu vida, sigues siendo esa chica que se tapa las manos con las mangas de la sudadera para que no se vean tus heridas, la que lleva ojeras día sí y día también al soñar cada noche con él. La chica con los labios secos por el invierno o quizá por la falta de sus besos, ya ni lo sabes. Mucha gente te dice que sigas con tu vida, que eso es lo mejor pero no es tan fácil deshacerte de los recuerdos, eres como una de esas páginas que si las arrugas, nunca volverán a ser las mismas, él pasó por mi vida y al irse no volví a ser la misma. Muchos se preguntan donde quedó la chica risueña, la chica que se le marcaban los hoyuelos con cada sonrisa, la chica que se mordía el labio para no reírse cada vez que estaba nerviosa, la que dejaba salir el aire al mundo con cada carcajada que soltaba. Hace tanto que el mundo no escucha el sonido verdadero de mi risa. Quizá es porque dediqué demasiadas sonrisas a personas que me hacían soltar lágrimas, y ya me he quedado sin.
Y me he dado cuenta de que el tiempo pasa para todos menos para mi, que cada persona que se va de mi vida, sigue con la suya sin saber que al irse suelen llevarse una parte de mi pero nunca pensaba que alguien al irse, acabaría conmigo.
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