viernes, 3 de enero de 2014

Me suena el teléfono y al ver quién es, sonrío como una tonta. 

-Hola.- digo con una sonrisa.
-Hola nena.- me dice él y me muerdo el labio nerviosa.- ¿Como estás?
-Bien.- le digo.- Comiendo palomitas.
-¿No preferirías comerme a mi?- le escucho reír.
-Idiota.- río.
-Un idiota que te encanta más que nadie.
-¿No te cansas de creerte tan importante?- le digo.
-No porqué sé que te importo.- ríe.
-Bueno en eso tienes razón.- admito.
-Ves.- le oigo reír.- Si es que yo nunca fallo.

-Lo que tu digas cariño.

-Eh.- me dice.- Me gusta que me llames así.

-Si te portas bien, te llamaré así.

-Yo siempre me porto bien.- dice riendo.- ¿Sabes que te echo de menos?

-Más te vale que lo hagas.- sonrío.- Tengo ganas de verte.

-Y yo a ti.- me responde.- Muchísimas ganas.

Nos quedamos en silencio durante unos segundos, pero no un silencio incómodo, es un silencio que ambos necesitamos para oírnos haciendo algo tanto sencillo como lo es respirar.

-¿Sabes que estoy haciendo?- le digo segundos después.

-¿Qué?- pregunta curioso.

-Iba a ver una película.

-¿Sin mi?- empiezo a reírme.- Ya te vale.

-Sin ti pero me encantaría que estuvieras aquí.- admito.

-Así podría abrazarte.- dice él.

-Besarte.- digo yo.

-Acariciarte.- me responde él.

-Y te diría muchas más cosas pero son cosas no aptas que no debe oír nadie y en pleno comedor puede oírme cualquiera.- le digo y empieza a reír.

-Me encantas.- me dice él.

-Tonto.- le digo riendo.

Volvemos a quedarnos en silencio y me doy cuenta de que en éste instante desearía tenerlo aquí.

-¿Puedo preguntarte algo?-me dice serio.

-Claro cariño.- le noto sonreír.

-¿Porqué no viniste a buscarme o ni me llamaste cuando te diste cuenta de que la cagaste al dejarme?

-Creía que no valía la pena hacerlo.- admito.

-¿No te importaba lo suficiente para hacerlo?- me pregunta.

-Todo lo contrario.- le digo.

-¿Entonces?- me pregunta de nuevo.

-Si no he querido saber nada de ti durante mucho tiempo ha sido porque con solo verte o escuchar tu voz, habría dado la vuelta al mundo para encontrarte, y es que yo sabía que habías encontrado a alguien.- contesto.- Me lo habían dicho, y me decían que tú parecías ser tan feliz sin mi..y de eso se trata, cuando quieres a alguien, quieres que sea feliz y pensaba que si iba en tu busca desaparecería esa sonrisa de la que años atrás me había enamorado y la que a día de hoy aun me hace quererte.

-La sonrisa no hubiese desaparecido.- admite.- La habrías hecho sincera, amor.- me dice.- La  dejaré por ti.- sonrío más que nunca intentando no llorar de felicidad.- Eres tú quién me hace feliz y con quién quiero estar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario